domingo, 9 de diciembre de 2012

¡Gracias de corazón a nuestras familias!

Mi madre siempre me cuenta que cuando era pequeña tenía tantas ganas de leer que me descubría todo el tiempo fingiendo que lo hacía: me leía a mí misma, le leía a mis padres, le leía a mi hermana, ¡les leía incluso a las plantas del jardín! Me inventaba los cuentos o simplemente los memorizaba y engañaba a todo el mundo, que acababa pensando que realmente ya leía.

Y claro que leía. Debemos acabar con todos esos prejuicios en torno a la lectura. El niño lee desde que presta atención a los libros y a la lectura porque, cuando hace eso, lo demás simplemente ocurre. Aprende mejor y más rápido el que quiere, no el que puede.

Cuando llegué a este colegio, una de mis ilusiones era poder llevar a los niños mi amor por la lectura. Este curso mi sueño se hizo realidad. Dentro del proyecto que fui elaborando durante el verano, quise incluir algo que me parecía fundamental: el apoyo de las familias. Mi experiencia y mi formación en este ámbito me decían que, si conseguía involucrar a las familias, la experiencia no sólo tendría más posibilidades de éxito, sino que, además, sería inolvidable para todos. Y vaya si lo ha sido.

Quiero, por tanto, agradecer a todos los familiares que han robado las sonrisas de nuestros pequeños, que los han llevado de viaje a bosques encantados y encantadores, a selvas o al espacio exterior, que les han presentado a lobos, cigarras, niños diminutos y niñas carmesí. Gracias por haber traído la magia a nuestro colegio y por haber formado parte de él. Gracias por descubrirnos cuentos nuevos o por enseñarnos a contar los viejos de otro modo, gracias por el tiempo y por las ganas, por la valentía y el cariño. Gracias por absolutamente todo.

¡Les esperamos en el segundo trimestre!